Sí, es posible ser acusado de DUI (Conducir bajo la influencia) por tomar medicamentos recetados si dichos medicamentos afectan su capacidad para conducir.
La mayoría de los medicamentos recetados tienen advertencias en las etiquetas que indican si pueden afectar la capacidad para conducir o realizar otras tareas que requieren atención y habilidades motoras. Algunos medicamentos, como los opioides, los sedantes y los antidepresivos, pueden causar somnolencia, mareo o confusión, lo que puede afectar la capacidad de una persona para conducir de manera segura.
Si un oficial de policía tiene razones para creer que un conductor está bajo la influencia de medicamentos recetados, puede someterlo a una prueba de sobriedad, como un examen de campo de sobriedad o una prueba de alcohol en sangre. Si el conductor es considerado demasiado incapaz de conducir con seguridad debido a los efectos de los medicamentos, puede ser acusado de DUI.
Es importante que las personas que toman medicamentos recetados revisen las etiquetas de los medicamentos y sigan las recomendaciones del médico o farmacéutico sobre si pueden conducir o no mientras toman el medicamento. Si tienen dudas sobre si un medicamento puede afectar su capacidad para conducir, es recomendable que eviten conducir hasta que estén seguros de que pueden hacerlo de manera segura.