Conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas mientras se transporta a un menor es un delito grave en muchos estados de los Estados Unidos y puede resultar en cargos adicionales y sanciones severas.
En general, los conductores que son atrapados conduciendo ebrios con un menor en el vehículo enfrentarán cargos adicionales de poner en peligro a un menor, que es un delito grave en muchos estados. Las sanciones por este delito pueden incluir multas significativas, tiempo en la cárcel y la pérdida de la custodia del menor, además de las sanciones que ya enfrentan por conducir bajo la influencia.
Es importante tener en cuenta que la seguridad de los niños debe ser una prioridad en todo momento. Conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas puede poner en peligro no solo la vida del conductor, sino también la vida de cualquier pasajero en el vehículo, especialmente si se trata de un menor. Si se encuentra en una situación en la que necesita conducir y tiene un menor como pasajero, es importante asegurarse de estar sobrio y de cumplir con todas las leyes de tránsito para garantizar la seguridad de todos en el vehículo.