Un DUI en Estados Unidos es el acrónimo de “Driving Under the Influence” (conducir bajo los efectos del alcohol o drogas). Se refiere a una violación de la ley en la que una persona opera un vehículo mientras su capacidad para conducir está afectada por el consumo de alcohol o drogas.
En los Estados Unidos, el límite legal de alcohol en sangre (BAC) para conducir es de 0.08%. Si la policía sospecha que un conductor está conduciendo bajo la influencia, pueden realizar pruebas de aliento, pruebas de sobriedad en el campo, y otras pruebas para determinar si el conductor está por encima del límite legal.
Si se encuentra que un conductor tiene un BAC superior al límite legal o está bajo la influencia de drogas, puede ser arrestado y acusado de un DUI. Las consecuencias de un DUI en los Estados Unidos varían según el estado y la gravedad del delito, pero pueden incluir multas, tiempo en la cárcel, suspensiones de licencias de conducir y la obligación de asistir a programas de educación o tratamiento de drogas o alcohol.